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El pasado 17 de julio falleció en su residencia de Llofriu, a los 90 años, Rosa Regàs Pagés, una figura destacada en el panorama literario y cultural de España. La Asociación Colegial de Escritores, a la que pertenecía como socia número 2264, lamenta profundamente la pérdida de una escritora, traductora y editora que marcó con su obra y su compromiso una huella indeleble en nuestra historia reciente.
Rosa Regàs nació en Barcelona el 11 de noviembre de 1933, en una familia republicana. Su infancia estuvo marcada por los turbulentos años de la Guerra Civil, que pasó en Francia, y su posterior regreso a una España en reconstrucción. Hija del dramaturgo Xavier Regàs i Castells y de Mariona Pagès, Rosa fue una de las voces más firmes y comprometidas de su generación. Hermana del decorador Xavier Regàs, la cocinera y escritora Georgina Regàs y el promotor cultural Oriol Regàs, su familia fue un pilar fundamental en su formación y carrera.
Licenciada en Filosofía por la Universidad de Barcelona, su trayectoria profesional comenzó en Seix Barral en 1964, y en 1970 fundó la editorial La Gaya Ciencia, contribuyendo a la difusión de literatura, filosofía y política en una época de cambios profundos en España. En 1973, inició la colección de libros de bolsillo para niños Moby Dick y dirigió las revistas Cuadernos de la Gaya Ciencia y Arquitectura Bis.
En 1994, Rosa fue nombrada directora del Ateneo Americano de la Casa de América de Madrid, cargo que desempeñó hasta mayo de 1998. Su labor allí fue un reflejo de su capacidad para fusionar la cultura española con la de los países latinoamericanos, creando un espacio de intercambio y enriquecimiento mutuo.
El 14 de mayo de 2004, fue nombrada directora general de la Biblioteca Nacional de España por la ministra de Cultura, Carmen Calvo, cargo que ocupó hasta 2007. Durante su gestión, implementó proyectos como la creación de la Biblioteca Digital Hispánica, una sala multimedia con acceso a los fondos digitales, y el Museo de la Biblioteca Nacional.
Su compromiso social y político se reflejó en cada aspecto de su vida y obra, siendo una referencia constante para las generaciones venideras.
Rosa fue también reconocida con numerosos premios, entre ellos el Premio Nadal, el Premio Planeta, el Premio Biblioteca Breve, el Premio Ciudad de Barcelona y la Legión de Honor francesa. Su primera obra, Ginebra, un ensayo-guía publicado en 1987, abrió las puertas a una prolífica carrera literaria. Su novela Memoria de Almator en 1991 marcó su debut en la ficción, y Azul le valió el Premio Nadal en 1994. Ese mismo año, publicó Viaje a la luz del Cham, basado en sus experiencias en Siria. En 1999 ganó el Premio Ciudad de Barcelona por su novela Luna lunera, y en 2001, el Premio Planeta con La Canción de Dorotea. En 2004, su Diario de una abuela de verano fue adaptado a una serie de televisión.
En 1983, Rosa comenzó a trabajar como traductora en la ONU, y durante su estancia en Ginebra escribió su primer libro, Ginebra. Posteriormente, dirigió el Ateneo Americano de la Casa de América en Madrid de 1994 a 1998. Su compromiso social y político se reflejó en cada aspecto de su vida y obra, siendo una referencia constante para las generaciones venideras.
En 2021, recibió el Premio AMEIS de Plata, un reconocimiento a su labor pionera en la literatura y su lucha por la igualdad de género. Su legado perdura no solo en sus escritos, sino también en su incansable labor como editora, traductora y defensora de la cultura.
Su legado perdura no solo en sus escritos, sino también en su incansable labor como editora, traductora y defensora de la cultura.
Rosa Regàs fue jurado en diversos certámenes literarios y su participación en el Premio Príncipe de Asturias de las Artes y las Letras, el Premio Internacional Alfaguara de Novela y el Premio Planeta de Novela, entre otros.
En 2013, fue galardonada con el Premio Biblioteca Breve por su novela Música de Cámara. Publicó textos y cuentos en antologías como Cuentos de Cine, Cuentos de Fútbol y Heroínas de ficción, y coordinó el libro de relatos Barcelona, un día.
Con Rosa Regàs se nos va una escritora ejemplar, una mujer cuya vida y obra reflejan el espíritu de una España en constante evolución. Su recuerdo permanecerá vivo en cada página escrita, en cada libro editado y en cada lucha por la justicia social y la cultura.
Descanse en paz, Rosa Regàs Pagés