© Redacción
Esta semana, a través de los medios de comunicación, hemos conocido con estupor la dolorosa noticia del nuevo paso del Gobierno talibán de Kabul hacia el silenciamiento, la exclusión y la esclavitud de las mujeres de su propio país, a las que se les va a prohibirse hablar en espacios públicos, así como recitar poemas y leer todo tipo de textos de viva voz.
Comprometida por su propia naturaleza con la defensa de las libertades públicas, singularmente la de expresión, la Asociación Colegial de Escritores condena este nuevo exceso de la tiranía talibán, y apela a la opinión pública mundial para que inste a sus representantes a tomar nuevas y eficaces medidas en defensa de los derechos de las mujeres afganas, sometidas a una opresión que supera las peores pesadillas de cualquier mente racional y sensible.