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Publica CEDRO en su página web una noticia acerca de la piratería en la cultura escrita. Un robo de contenidos editoriales que aumenta a pesar de los esfuerzos de los creadores y de las mejoras en el marco normativo para proteger las obras originales. Desde la Asociación Colegial de Escritores nos sumamos a las propuestas de CEDRO para exigir el cumplimiento de la legislación en materia de propiedad intelectual, el respeto a los derechos de autor y para paliar la situación que viven los autores y editores españoles.
Los accesos de internautas a páginas web en las que se comparten contenidos ilícitos crecieron un 21,25 % en 2022, pero en el caso del sector editorial, estos datos son más alarmantes. De hecho, el 27,5 % de los accesos que se hacen a páginas web ilícitas son de contenido editorial, lo que supone un crecimiento del 59,14 % respecto al año anterior. Además, los internautas hispanohablantes acceden un 15 % más a páginas ilícitas que el resto de los usuarios de otros países, lo que implica un mayor perjuicio para autores y editores españoles.
Las razones
El Observatorio de la Sostenibilidad de la Cultura Escrita trata de entender este comportamiento. Por un lado aquellos países que tienen mayores índices de desarrollo cultural registran mayores niveles de piratería. De hecho, el nivel de acceso a contenidos editoriales ilícitos desciende en aquellos países que tienen menor desarrollo cultural en un 59,81 %.
Por otro lado, estudiando el nivel económico se percibe que las economías fuertes generan demandas culturales fuertes y, en consecuencia, más robo digital de contenidos editoriales.
Entonces, ¿por qué se piratea la cultura escrita? Los factores apuntados para intentar entender este comportamiento son la falta de conocimiento y una disonancia cognitiva, puesto que quienes roban estos contenidos saben que está mal, pero lo hacen por motivos prácticos.
Las soluciones
Desde CEDRO se platean las siguientes propuestas para abordar el robo digital de contenidos:
- Impulsar medidas legislativas dirigidas a la lucha contra la piratería y que permitan dar una respuesta ágil en el ámbito de las plataformas tecnológicas, incluidos los servicios de mensajería como WhatsApp.
- Educar y formar en buenas prácticas sobre la propiedad intelectual en todos los ámbitos de la sociedad, especialmente en la comunidad educativa.
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