
ACE ESPAÑA
1960,
Alta asociación: 13/01/2015
Web: http://www.cuadernosdelaberinto.com/poesia/piel_encendida
Libros publicados
Narrativa

A solas con el aire
Santaégida es la otra orilla, el mundo al que Juan Besada, a través de las páginas de los cuentos de \"A solas con el aire\", nos invita a regresar una y otra vez, la Ítaca de Ulises o la Tagen Ata de Méndez Ferrín, siempre a la búsqueda, para volver a nacer y vivir otra de esas «varias vidas» entre las que, como nos confiesa el narrador, «la que estoy viviendo ahora ya la soñé y viene de otra anterior, una imprevista en la que también soñaba, y ésa sí la recuerdo», cuando pintaba «los destellos de la luz bailando con la brisa en las copas de los árboles, en las hojas, amarillas, dejándose caer hasta posarse sobre las matas, esa orgía de colores.»
Poesía

La piel encendida
El deseo es el motor de casi todas las historias en Literatura, el motor de nuestras vidas, pero pocos poetas se atreven a plasmar esta esencia, a reflejarse en primera persona invadidos por el anhelo de la piel amada. Juan Besada nos situa en el epicentro del deseo, en el ansia amorosa que culmina en la avidez de los amantes; y lo hace en una única composición poética que con un ritmo clave y usando versos retomados del anterior poema nos transforman en deseo que se ovilla, espera, mira a su alrededor, decide continuar su viaje particular en busca de la fuente y se desdevana para volver a ovillarse poco después y memorizar cada uno de los movimientos, olores y sonidos del cuerpo que recorre.

Por no sufrir amnesia
Contra el tiempo enuncia Juan Besada su propósito, pero va más allá. En \\\"Los cuerpos en las cunetas\\\" (primera parte del libro) procura un escudo literario con el que ir hacia el recuerdo vivencial de la masacre de los desaparecidos en la retaguardia de la Guerra Civil española de 1936 y su posguerra, siniestro vendaval de venganzas donde sigue bajo tierra \\\"la risa del vencedor\\\" y \\\"el calor del aliento de las pistolas\\\". Su discurso se hace clamor, esencial y colectivo, al deseanterrar el hondo horror de una historia aún de cuerpo presente. Salimos de las cunetas con serenidad, pues Besada acaba este su primer poemario mirando hacia el azul más íntimo (Impromptus amoroso) y reflexiona (Cuatro piezas para filósofos) ya en el límite del paisaje.