
ACE ANDALUCIA
1949, Chucena (Huelva)
Alta asociación: 01/02/1994
E-mail: vallerubio@gmail.com
Web: http://www.mariadelvallerubio.com
Blog: http://mariadelvallerubiomonge.blogspot.com/
Nota biográfica
María del Valle Rubio, Chucena (Huelva). Diplomada en Ciencias de la Educación por la Universidad de Sevilla. Escritora, Poeta, Dramaturga, Pintora. La trayectoria literaria de María del Valle es fértil y aparece tachonada de importantes premios, acordes por derecho y mérito a los libros publicados:Residencia de olvido, Premio “Barro” 1982 (Sevilla: Grupo Poético Barro, 1983);
Clamor de travesía, Premio “José Luis Núñez” (Sevilla: Belén Montes, 1986);
Derrota de una reflexión, Premio “Florentino Pérez-Embid”, Adonais, 1986
(Madrid: Rialp, 1987); El tiempo insobornable, Premio “Bahía”, Cádiz, 1989
(Algeciras: Bahía, 1990); Museo interior, Premio Nacional “Rafael Alberti”
1990 (Cádiz: Unicaja, 1989); La hoguera infinita, Premio Nacional “San Juan
de la Cruz” 1992 (Ávila: Imcodávila, 1993); Para una despedida, Accésit Premio
“Ángaro”, 1994 (Sevilla: Fundación El Monte, 1995); Sin palabras, Premio
“Rosalía de Castro”, 1996 (Córdoba: Casa de Galicia, 1995); Acuérdate de vivir,
Premio “Antonio Machado” (Sevilla: Ayuntamiento de Sevilla, 1998); Media
vida, Premio “Ciudad de Alcorcón” (Alcorcón, Madrid: Ayuntamiento de
Alcorcoón, 1999); A cuerpo limpio, Premio Internacional “El olivo” 1999
(Jaén: Concejalía de Cultura, 2000); Donde nace el desvelo, Premio “Antonio
González de Lama”, 2001 (León: Ayuntamiento de León, 2002); Inusitada luz.
Obra poética 1982-2007 (Huelva: Ayuntamiento de Chucena, 2007); Cibernáculo, Ed. Vitruvio (Madrid, 2011). Donadío, Ed. En Huida (Sevilla, 2014). Como si fuera cierto, Ed. Vitruvio (Madrid, 2016). Adamar. (Antología. 1982-2018) Ed. Vitruvio (Madrid 2018). Ha intervenido en numerosos recitales Poéticos citando como ejemplos su participación en el Proyecto\\\"Juan de Mairena de la Junta de Andalucía y su participación en \\\"Circuito andaluz de Lectura en en aula , a través del CAL.
Su nombre aparece en diversas Antologías y Estudios, tales como la Quinta Antología de ”Adonais” (Ediciones Rialp, 1993). En el 2002, 2008 y 2012, fue finalista del Premio de la Crítica Andaluza con las obras Donde nace el desvelo, Inusitada luz, y Cibernáculo respectivamente. En noviembre de 2002, se rotuló con su nombre una calle de su pueblo natal.
Libros publicados
Poesía

ADAMAR
ADAMAR (Antología 1982-2018). Poesía que sabe la importancia de la claridad, del sentido del ritmo, pero sobre todo hay una búsqueda desarraigada e imperiosa por describir el amor y vivirlo de forma absoluta, a contra vida, viviendo solo para ello y es aquí donde la poesía de María del Valle Rubio se hace esencial. Se añade a la Antología el libro inédito: \\\"En todos los espejos\\\". Sugiere la mirada abierta de una mujer poeta y pintora, que no deja escapar resquicio para su creatividad. Será la consecuencia lógica de una actitud entrañada bajo el lema clásico ut pictura poesis. donde la concisión discute con los sentimientos, creando una obra moderna y expresiva; dueña de una desnudez poética, valiente y bellísima. Resalta en todo el volumen la frecuente mezcla de realidad y metáfora idealizadora, que confiere altura y belleza a la dicción.

COMO SI FUERA CIERTO
COMO SI FUERA CIERTO: Bellísimo poemario,- María del Valle Rubio, enamorada de la luz y de la vida. El libro se encuentra dividido en dos partes, o secciones, que llevan por título Entre dos luces y Ensueño. Cada parte del libro consta de 21 poemas escritos en verso libre y, sin duda, este número supone la voluntad de la autora en conferir una determinada y concreta estructura a su obra. Es emocionante pensar que, frente al mundo de la poesía actual, la poesía de María del Valle Rubio sigue moviéndose aún a través de los entresijos de la imagen y de la metáfora. Como en nuestra tradición europea. Así, nos encontramos: “masticando el dolor”, “masticando el tiempo”, “vuelo entristecido del crepúsculo”, “el olvido pinta con su mano de hollín”, “campanadas como dardos”. Figuras retóricas, como digo, que, al parecer, han desaparecido para siempre de nuestra poesía estrictamente contemporánea.

DONADÍO
El poemario, DONADÍO, atractivo volumen de sesenta y seis páginas, está compuesto por 33 poemas y nueve párrafos de prosa poética, enmarcados en cuatro secciones de número diferente de composiciones, que vienen encabezadas por sendos epígrafes. Los versos de María del Valle una expresión rebosante de colorido y de naturaleza florida que mantiene viva en los recuerdos de infancia. Hortalizas, el rosal silvestre, agua, el cigüeñal del pozo, el “galápago / que, a veces, sale a flote / y me mira /como pidiendo auxilio” (20). Y siempre el amor, en las primicias de la pubertad, en verano “de no sé cuántos años”. Recuerdos del primer amor: … Vuelta en la noria de feria “girábamos, girábamos, colgados del espacio / cogidos de la mano”, no hay beso ni promesa”, ha cesado la música y los giros. Nos dijimos adiós como si nunca / hubiera sucedido.

CIBERNÁCULO
Es un libro extraordinario. Sugerente y explícito. Expresiones justas, descripción, pensamiento y deseo. Ritmo y concisión, aprehendiendo cada cual, el ambiente de sensualidad a que lleva la descripción sentida de la autora. Un libro maravillosamente nuevo, cercanísimo a la encrucijada de la interpersonalidad comunicativa del siglo XXI. Poemario y voz rabiosamente contemporáneos. Con qué calidez y al mismo tiempo con cuánta novedad se alían dos temáticas que en un principio parecían tan alejadas. Lo virtual está ahí, supone la lejanía y tal vez la mentira, pero ese mismo campo le cuadra al destello y la ilusión de lo amoroso. Es el soplo de la libertad, de la juventud. La voz femenina se expresa desde el cuerpo y el deseo, en un diálogo/monólogo similar al delirio místico. Mª del Valle Rubio escribe “…la magia se estremece, el modem parpadea, la contraseña falla..., no funciona el empeño. Se cae el artilugio y me quedo colgada a la intemperie esperando el retorno.” (pag. 45) Cibernáculo, está llamado a ser obra de referencia, un clásico contemporáneo y posmoderno.

INUSITADA LUZ
La amplia trayectoria poética de María del Valle Rubio ha sido recogida recientemente en la antología INUSITADA LUZ, publicada por el Ayuntamiento de Chucena. Doce poemarios y una selección de textos inéditos despliegan una espléndida muestra de 25 años de creatividad y de intensa calidad, según ha quedado confirmado a través del tiempo con la concesión de premios a once de estos libros y un accésit al restante. La poesía de Rubio se ramifica en múltiples rutas desde un único eje vital constituido por su mirada y la evocación de la palabra en silencio. Su búsqueda creadora se cimienta en un equilibrio entre emoción y expresión. Por un lado, la manifestación de su identidad, sus recuerdos, sus imágenes y sus perspectivas germina en un acto de reflexiva contemplación de la vida y, por otro, su materialización lingüística exhibe una precisa concisión y naturalidad comunicativas.

DONDE NACE EL DESVELO
En 2001, María del Valle Rubio obtiene el premio ‘Antonio González de Lama’ con el libro Donde nace el desvelo. La nostalgia empapa estos versos valientes, transidos por la tristeza de lo que no ha podido consumarse; pero nunca conculca el desaliento porque el futuro siempre aparece preñado de esperanza. Valle Rubio se atreve con los versos clásicos, hasta con el soneto, piedra angular de la poesía, salvando el reto con sorprendente grandeza. Heidegger remite la palabra del poeta a la lengua de los dioses y, por ese orden primigenio y orgánico, nos confiere la poesía como origen de todos los lenguajes. ¿Lenguaje divino, como afirmaba Benjamin? la voz del poeta, el único ser sobre la tierra capaz de elaborar desde la suprema soledad de su destino la única verdad que nos conduzca a entendernos y a respetarnos, Rubio Monge demuestra su vocación de arúspice, de eficaz transmisora. Son muchos los ecos que proclama en su escritura tamizados siempre por una voz genuina e irrepetible.

A CUERPO LIMPIO
A cuerpo limpio, Premio Internacional de poesía ‘El Olivo’ en el año 1998, es un poemario vademécum, un compendio ferazmente deslavazado de memorias y sueños transfijos por el acre punzón de la ironía; ironía que riela sobre los objetos cotidianos y las evocaciones de la infancia, los días feraces de la adolescencia con sus misterios casi indisolubles, las ventanas abiertas y cerradas tras la que contemplábamos el mundano trasiego o imaginábamos historias imposibles, los recuerdos tatuados sobre la piel como estigmas o caricias, el impasible devenir del tiempo con sus muertes innombrables y sus torres de arena, la difícil vigilia del presente plagada de miedos y clamores.

MEDIA VIDA
Media vida, ‘Premio Nacional Ciudad de Alcorcón’ en 1998, nos sumerge en un espacio habitado por una mujer sin fronteras; una mujer que halla su ciudad en cualquier parte de este mundo; que se expresa con el lenguaje universal del amor aun cuando pocos saben entenderlo. Valle Rubio penetra en la doble senda de la lírica, en el verso y la prosa, en la irregular arquitectura del poema y el cuadrado perfecto de los grupos prosódicos, en el instante y en la permanencia, en el agua y la nieve, en lo profundo y en lo denso; un viaje laberíntico a través de los entresijos de la memoria, que imbrica en lo pensado los nuevos pensamientos y en lo vivido el deseo incesante de vivir; teniendo al menos, en la memoria y en la mirada, la utopía de la libertad y un verso que nos salve . Valle Rubio manifiesta una destacable fascinación por los poemas en prosa, un modo no tan nuevo de concebir la poesía con la que ya Baudelaire coqueteaba en el último cuarto del siglo XIX.

ACUÉRDATE DE VIVIR
Acuérdate de vivir, decimosexto premio de poesía ‘Antonio Machado’ en el año 1998, plantea el paradójico sentimiento de la pasión amorosa, cimbreándose en la cuerda floja del ardor y la ceniza; amor que se funde y se confunde con el dolor en la violencia de serlo todo o no ser nada, de la vida y la muerte, de la desesperación y la esperanza.

SIN PALABRAS
Sin palabras, premio ‘Rosalía de Castro’ en el año 1995, asegura encontrarse nuestra autora cuando se enfrente a la agridulce aventura de vivir a fuerza de uno mismo, a costa de una mismo, contra uno mismo incluso, construyendo sobre las ruinas del amor y los naufragios de la soledad una morada honda de cristales y lluvia, donde habita el olvido, como canta Cernuda, refugiándose en el primitivo acento de la lírica que ponía en la boca de la mujer enamorada los lamentos más desgarradores. El tiempo no es para M.ª del Valle un bálsamo que cure el dolor, más bien lo alimenta, acercándonos apresuradamente a la realidad última, distante pero presente, anunciadora de un fatal destino que no remedia más que la quimera de la plenitud, el vino generoso del amor quizás nunca bebido, trocado inexorablemente por el livor amargo de la soledad.

PARA UNA DESPEDIDA
Para una despedida, accésit en 1994 del histórico premio de poesía Ángaro, retoma el pungente tema de la introversión anímica, del enfrentamiento íngrimo con los fantasmas que pueblan un espacio hialino tachonado de estigmas y gozos, de debilidad y fortaleza. No hay más que penetrar en ellos para comprender que su origen lingüístico se sustenta en las claves del código amoroso, principio creador proclive a la experiencia de un sentimiento hondísimo que desgarra todo su vivir hasta transformarlo, provocando una especie de catarsis síquica vertida en el poema, donde la regeneración sucede al desmoronamiento: Retirémonos antes de que avance/la muerte y se convierta/en el único sueño que nos sueñe. En la palabra poética de M.ª del Valle Rubio confluyen tres caracteres fundamentales: Concisión expresiva, introspección vital y ese gozo, más espiritual que físico, relacionado con la juventud, al que los trovadores se refieren como joven o joi de vivre.

LA HOGUERA INFINITA
En 1992, M.ª del Valle Rubio logra el premio Nacional ‘San Juan de la Cruz’ de poesía, con el libro La hoguera infinita. Un libro de amor donde el sujeto poemático femenino adopta un papel sumamente activo que no alcanza a culminar tanto deseo, tanto fuego infinito, tanto secreto inexplorado, vencida a veces por el poder de los mitos o la adelgazada imagen de una insufrible levedad. Un libro personalísimo, pleno de belleza, oscilando en las márgenes difusas del sueño y la memoria, colector de desaliento y esperanza, de desafecto y pasiones, de soledad y entrega ardida, de comunicación y silencio ; un espacio íntimo, plagado de sonoras reminiscencias clásicas, tejido en un ‘lenguaje común e intransferible’ , en cuyos ecos se estremecen los símbolos bíblicos del Cantar de los Cantares y el anhelo insaciable de la búsqueda que en Juan de Yepes halla su referente más significativo .

MUSEO INTERIOR
Museo interior, premio Nacional ‘Rafael Alberti’ en el año 1989, es “la radiografía poética de la vida a través del arte” no es mera excusa para María del Valle Rubio . Será la consecuencia lógica de una actitud entrañada bajo el lema clásico ut pictura poesis. Valle Rubio verbaliza hasta el punto que la palabra ilustra la pintura. La verbalización es el proceso en que se establece entre imagen y texto una relación de iconicidad. El autor no describe, escribe la pintura; por medio de la palabra, el sujeto se apropia de lo material y lo imaginado inmanente al objeto. Poesía y pintura quedan asociadas, como labios o dedos, en el paisaje anímico de esta fértil creadora: Revelándose en el deambular íntimo de cuadros, esculturas, impresiones y daguerrotipos, surge nuestra sensible analista de realidades y emociones conmoviéndose y emocionándonos con el acero de la palabra y la luz de lo intangible, presta a instruirnos en el fiero lance de la vida y la muerte, de la materia y el espíritu.

EL TIEMPO INSOBORNABË
Para una despedida, accésit en 1994 del histórico premio de poesía Ángaro, retoma el pungente tema de la introversión anímica, del enfrentamiento íngrimo con los fantasmas que pueblan un espacio hialino tachonado de estigmas y gozos, de debilidad y fortaleza. No hay más que penetrar en ellos para comprender que su origen lingüístico se sustenta en las claves del código amoroso, principio creador proclive a la experiencia de un sentimiento hondísimo que desgarra todo su vivir hasta transformarlo, provocando una especie de catarsis síquica vertida en el poema, donde la regeneración sucede al desmoronamiento: Retirémonos antes de que avance/la muerte y se convierta/en el único sueño que nos sueñe. En la palabra poética de M.ª del Valle Rubio confluyen tres caracteres fundamentales: Concisión expresiva, introspección vital y ese gozo, más espiritual que físico, relacionado con la juventud, al que los trovadores se refieren como joven o joi de vivre .

DERROTA DE UNA REFLEXIÓN
En 1986, M.ª del Valle obtiene el premio ‘Florentino Pérez-Embid’, que concede la Real Academia Sevillana de Buenas Letras, con Derrota de una reflexión. La introspección filosófica empapa este conjunto de poemas de carácter poderosamente intimista pero inflamados por esa ardida voluntad de incardinar en su nostalgia a todo el género humano. Lo subjetivo –toponímico y simbólico- queda trascendido por un halo de objetividad que aúna con destreza el don estético y la voz comunicativa. Rubio es consciente de esta experiencia personal transferida, esa corriente alterna que trasvina lo heredado y lo ingénito, lo exclusivo y lo genérico, lo cultural y lo expresivo.

CLAMOR DE TRAVESÍA
Clamor de travesía, libro que logra en 1986 el Premio ‘José Luis Núñez’, apunta a la desgarradora experiencia del tiempo, eje crucial de la poesía de Rubio, tintada con el acento personal que confiere a todo lo que escribe; aleación perturbadora de júbilo y agonía, de execración e himno, de ostracismo y solidaridad.

DERROTA DE UNA REFLEXIÓN
En 1982, María del Valle Rubio obtenía con Residencia de olvido el premio ‘Barro’ de Sevilla, lugar donde decidió vivir entre poemas, exilios, pasión y pintura. Juan de Dios Ruiz-Copete observaba ya entonces ese existir poéticamente intenso, cuajado de polivalencias, que dejaba trasparecer una poesía auténtica. Una mujer se mira ante el espejo, y su imagen se quiebra multiplicada, y su nombre devela la sombra de otro nombre. Descubierto el misterio que subyace en la esencia de las palabras, el desconcierto cunde, el ardor aflora y se abisma ante su mirada la heridora e inmensa soledad. En este instante se inicia la andadura, el eterno retorno, la constante huida hacia uno mismo; esa invasión íntima, delirante y catártica, que nos confunde y nos desconoce, enarbolando las enseñas de la libertad, reclamando en la rendición providentes briznas de esperanza.