© LUIS R. MÍGUEZ
Las recientes declaraciones del Club PEN Internacional denunciando la falta de derechos y libertades que tenemos los escritores españoles recibieron una pronta y contundente respuesta de nuestra asociación. Las alusiones del PEN Internacional sobre la falta de libertad de expresión en nuestro país comenzaron en noviembre.
Quizá, pensamos algunos, no competía a la ACE responder a las acusaciones del Club PEN Internacional, sino al Estado español a través de su Gobierno o/y de su Ministerio de Cultura. Por otra parte, nuestra asociación estaba negociando con este (ahora menos) prestigioso club internacional de escritores para representarlo en España. Pero nobleza obliga, y la ACE salió al quite con duras palabras de réplica, tratando en un párrafo final de cerrar la brecha que se abría entre ambas instituciones.
Tras el manotazo en la mesa dado por Manuel Rico, Juan Ángel Juristo nos regaló una exhaustiva retrospectiva donde venía a recordarnos que la implantación en España del PEN Internacional no ha pasado de ser una entelequia, aun siendo presidida por escritores como Azorín y Vargas Llosa.
Y me pregunto a qué vienen tantos miramientos con una entidad de habla inglesa que tratando de defender a la España del siglo XXI se ha descalabrado ella sola. En España, me queda claro después de la retrospectiva de Juaristo, no necesitamos para nada al PEN Internacional.
Propongo que la ACE encabece la constitución de un club internacional para escritores de español (o castellano, que tanto monta). Un club que aglutine a las asociaciones nacionales de escritores, donde se defiendan los derechos y libertades de los autores y sus intereses comunes, un club que aúne y aúpe las reivindicaciones de los autores en castellano para exponerlas ante nuestros respectivos gobiernos.
Quiero pensar que la idea será acogida por las sociedades homólogas americanas: un marco común entre las asociaciones nacionales de escritores para trabajar al unísono en pro de nuestros derechos. Todos los países hispanos nos regimos por el derecho romano; ¿por qué suscribimos a ambos lados del Atlántico licencias Creative Commons amparadas en el derecho anglosajón?
Si tenemos marcos legales similares en materia de propiedad intelectual: derechos de autor, licencias de edición, etcétera, arropémonos entre las asociaciones nacionales de escritores en español… Nos une nuestra lengua, el derecho romano, los mismos intereses; podemos colaborar para publicar recíprocamente en nuestros países, intercambiar ideas, tendencias… Sin olvidar los otros países donde también hay escritores que se producen en español.
En esos momentos la junta directiva de la ACE tiene abiertos varios frentes en defensa de la literatura y de sus artífices (los autores), pero podemos crear entre los socios una comisión informativa, exonerando a la junta directiva, para tratar la oportunidad de la constitución de esta confederación panhispana, punto de encuentro de las asociaciones nacionales de escritores en español. La ACE se sentaría a la mesa con la RAE y el Instituto Cervantes defendiendo el patrimonio de la lengua castellana. Caminaremos con gigantes.
LUIS R. MÍGUEZ es socio de ACE. Su número de asociado es 3868