Tal y como informamos durante los días 11, 12 y 13 de mayo tuvieron lugar tres encuentros de ACE con la colaboración de CLAVE y el patrocinio de CEDRO.
El día 11 la jornada estuvo dedicada a la realidad de los narradores en la Comunidad Valenciana.El presidente de ACE, Manuel Rico, dio la bienvenida a los presentes y explicó la razón de ser de estos encuentros que viene realizando ACE desde el 2015 bajo el título «Una ACE para el siglo XXI», ciclos cuya intencionalidad no es otra que aunar esfuerzos y apoyar a todos los escritores de habla hispana. A continuación tomó la palabra el presidente de CLAVE, Juan Luis Bedins, quien informó de la firma del acuerdo de colaboración entre ambas asociaciones. Posteriormente, José Vicente Peiró pasó a moderar la mesa a la que asistieron Fernando Delgado, Rosario Raro y María García-LLiberós. Cada uno tuvo ocasión de exponer su percepción sobre la narrativa en la Comunidad Valenciana. Fernando Delgado habló del gran número de escritores valencianos que han existido y existen, muchas veces, injustamente desatendidos. Delgado se tildó como «un lector más que nada» e hizo una gran lista de narradores nacidos en «esta tierra de adopción»: Desde Manuel Talens, hasta Vicente Molina Foix, pasando por Carlos Marzal, Ricard Bellveser, Carmen Amoraga o Alfons Cervera, entre tantos otros. Fernando Delgado considera que los frutos de estos creadores no llegan en su recorrido al resto de la península, aunque bien es cierto que algunos, los pocos, sí son conocidos en el resto de España.
María García-Lliberós comentó que es complicado hacerse visible cuando se es de provincias. Sin embargo, comentó una serie de iniciativas muy interesantes que están llevando a cabo, sobre todo, los jóvenes narradores, como por ejemplo, la Generación Biblicafé, un espacio agradable y voluntarista de la cual han salido nuevos escritores o también mencionó el Grupo Literario Cuaderno Rojo. También hizo referencia a que no siempre van de la mano la comercialización con la excelencia. Lamentó la falta de apoyo institucional. Los premios literarios no se promocionan, éste es otro factor por el que María piensa que los escritores valencianos, muchos de ellos, sobre todo los jóvenes no son visibles en el exterior, sin embargo, la buena noticia que estos escritores se están uniendo y apoyando para salir adelante. Rosario Raro, por último, hizo alusión al problema con el que se encuentran los jóvenes creadores y es la piratería o el tener que pagar para publicar y concluyó que no se puede comerciar con los sueños.
El jueves 12 la mesa se dedicó a la poesía en la Comunidad Valenciana, siendo Ricard Bellveser quien actuó como moderador e hizo hincapié en la excelente salud que goza la poesía en Valencia: «En ninguna ciudad hay tantas asociaciones que se dediquen a la poesía y finalizó diciendo que en el momento actual hay una muy buena cantera. A continuación tomó la palabra el poeta Guillermo Carnero afirmando que hoy en día no sólo existe el libro de papel sino también Internet. Este fenómeno ha ayudado a difundir mucho más las creaciones de los poetas. «Aunque bien es cierto que hay muchos «aficionados» a la poesía, en el sentido de que no se trata de profesionales». Internet, en definitiva, supone un riesgo porque aparece de todo y todo se mezcla. Mencionó la poesía del silencio, de Valente y también del haiku. De este último género considera Carnero que pertenece a la cultura oriental y aunque ahora se llevan mucho, no dejan de resultar impostados porque no forman parte de nuestra cultura. Critica la brevedad de la poesía actual; y comenta que tiene el peligro de ser el refugio de los que no tienen nada que decir. En este sentido, censura también los aforismos y los poemas en prosa ya que eso no es poesía. Concluye afirmando que con tanto recital y tanto Internet existe el peligro de que desaparezca la lectura en solitario.
María Teresa Espasa inicia su intervención diciendo que todos deberíamos hacernos esta pregunta: ¿Por qué escribo? Y responderíamos que por necesidad. Cita las asociaciones más significativas que hay actualmente en Valencia y termina explicando la evolución del asociacionismo en Valencia. Afirma Vicente Gallego al comenzar su intervención que el tiempo actual tiene el peligro de la pérdida de respeto a la poesía. «Si no hay un buen lector no hay un buen poeta», afirma rotundo y añade: «Hoy todo el mundo escribe, pero una cosa es escribir versos y otra bien distinta escribir poesía». Por último, Jaime Siles arranca citando a Azorín y Miró como padres de la poesía valenciana moderna por la alta calidad de su prosa. Destaca también a Vicente Gaos y a Juan Gil-Albert como los grandes referentes de nuestra poesía actual. Cita la enorme influencia que tuvo la revista La caña de gris. Después de destacar la calidad y la influencia de Carlos Sahagún y María Beneyto, entre otros y habla de diferentes generaciones de poetas. Afirma que hoy se lee más, pero también peor y crítica la influencia tan negativa del sistema educativo. Incide en la excelente salud de la poesía en Valencia. Y concluyó que la poesía continúa siendo un acto solitario.
El viernes 13 se homenajeó a Rafael Chirbes siendo, en este caso, el moderador José Vicente Peiró quien al comienzo de su intervención dijo que la asociación CLAVE tenía una gran deuda con uno de los grandes. Carlos Aimeur tomó la palabra afirmando que hay una cierta deformación sobre la figura de Chirbes. Por ejemplo, tuvo un rotundo éxito en Alemania cuando en España era un desconocido. Destaca la bonhomía de Rafael Chirbes, así como su enorme dimensión como narrador. Mencionó que en la última época el escritor se sentía abrumado por los premios que estaba recibiendo.
Chirbes es un escritor necesario que es más que excelente exclamó Ángel Basanta: «Refleja muy bien la evolución de la Historia de España desde la Guerra Civil» y afirma que Chirbes era de una coherencia y de una fidelidad inquebrantable, por eso ni las derechas ni las izquierdas lo han aceptado. Max Aub era uno de sus máximos referentes. Chirbes era un hombre pesimista, continuó Basanta: «Es fiel literariamente a sus personajes y los deja actuar muy libres». Por último concluye: «La literatura es el arte de utilizar las mejores palabras para expresarse a sí mismo y para expresar el mundo. José Vicente Peiró mencionó que Chirbes era un gran seguidor de la literatura hispanoamericana, sobre todo de la mexicana como la de Carlos Fuentes y Juan Rulfo. Para finalizar, Mikel Labastida, inició su intervención diciendo que Chirbes se confesaba una persona miedosa y añadió: «Le gustaba mucho la posición incómoda en que pone al lector. Resulta un escritor incómodo» Para finalizar, expresó su deseo que se hagan muchas más series como Crematorio.