La poeta alicantina Francisca Aguirre ha sido galardonada con el Premio Nacional de las Letras 2018, según el fallo del jurado hecho público hoy, que ha destacado cómo su poesía, la «más machadiana» de la generación de los 50, está situada entre la conciencia y la memoria.
El premio, concedido por el Ministerio de Cultura y Deporte, está dotado con 40.000 euros y distingue el conjunto de la labor literaria, en cualquiera de las lenguas españolas, de un autor español, cuya obra esté considerada como parte integrante del conjunto de la literatura española actual.
El jurado ha estado presidido por Olvido García Valdés, directora general del Libro y Fomento de la Lectura y como vicepresidenta ha actuado Begoña Cerro, subdirectora general de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas.
Además, han formado parte, a propuesta de la Real Academia Española, José Manuel Blecua; por la Real Academia Gallega/Real Academia Galega, M.ª Jesús Marina Mayoral; por la Real Academia de la Lengua Vasca/Euskaltzaindia, Ana María Toledo; y por el Instituto de Estudios Catalanes/ Institut d’Estudis Catalans, María Ángela Vilallonga.Por la Conferencia de Rectores (CRUE), ha formado parte del jurado Carmen Yolanda Arencibia; por la Asociación Colegial de Escritores de España (ACE), José Luis Vicente Ferris; por la Asociación Española de Críticos Literarios, Francisca Noguerol; por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Carolina Fernández ; por el Centro de Estudios de Género de la UNED, Teresa San Segundo y a propuesta del ministro de Cultura y Deporte, Aurora Egido. Ha completado el jurado la última autora galardonada en la edición 2017, Rosa Montero.
Perteneciente a la Generación del 50, junto a autores como José Ángel Valente o Francisco Brines, es una poeta «machadiana» que ha ido recibiendo el reconocimiento como escritora de forma paulatina y sobre todo en los últimos años.
Casada con el ya fallecido escritor Félix Grande y madre de la también poeta Guadalupe Grande, Francisca Aguirre ha teñido su poesía de su propia experiencia vital, marcada por la trágica muerte de su padre, el pintor Lorenzo Aguirre, que fue condenado a muerte durante el franquismo. Forma parte de la Asociación Colegial de Escritores desde julio de 1984.
Biografía
Francisca Aguirre (Alicante, 1930). Su primer poemario, que obtuvo el premio de poesía Leopoldo Panero, fue “Ítaca”. Desde entonces, y con la excepción de la década de los 80, la autora ha continuado publicando su obra de manera ininterrumpida.
En 1976 el Ciudad de Irún por Los trescientos escalones. En 1977 publicó La otra música. En 1994 consiguió el Premio Galiana por su libro de relatos Que planche Rosa de Luxemburgo. En 1995 es Premio Esquío de poesía por Ensayo general y en 1998 el María Isabel Fernández Simal por Pavana del desasosiego. En 2000 la editorial Calambur reunió su poesía con el título Ensayo general.
Poesía completa 1966-2000, que recibió el Premio de la Crítica del País Valenciano. Eso suscitó la publicación en Valencia en 2002 de su antología Memoria arrodillada. En 2006 publicó La herida absurda en Bartleby editores. En 2007 ganó en Premio Valencia de la Institució Alfons el Magnànim con Nanas para dormir desperdicios, que fue publicado en esta misma editorial.
Ganó el Premio Nacional de Poesía en 2011 con su poemario Historia de una anatomía (2010), libro con el que también obtuvo el premio Internacional Miguel Hernández 2010. Es, también, autora del libro de relatos Que planche Rosa Luxemburgo por el que consiguió el Premio Galiana en 1994 y del libro de recuerdos Espejito, espejito. Sus últimos libros de poemas son Los maestros cantores, (Calambur Editorial, 2011) y Conversaciones con mi animal de compañía (Ed. Rilke, Madrid, 2012).
Sus obras han sido traducidas al francés, italiano, portugués y árabe.