ACE se une a la celebración con una sección dedicada a la Mujer Escritora.
© PEPA ROMA (*)
Con motivo del Día de la Escritoras que se celebra hoy, inauguramos una sección en la página web de ACE destinada a dar cuenta de la tradición literaria, logros, actividades, visibilización y papel en la sociedad, así como otras cuestiones de género relacionadas con la escritoras.
Nos unimos así a un reconocimiento de la literatura escrita por mujeres que arranca de Santa Teresa de Jesús o de Avila (1515-1582). Una autora que causó gran impacto en su época y que persiste como una de las mayores figuras literarias del Siglo de Oro.
Es en su honor que en 1916 se creó el Dia de la Escritora, eligiendo el lunes posterior al 15 de octubre, día de la conmemoración de la festividad de Teresa de Jesús.
Lectora antes que escritora, Teresa de Ávila es quien mejor representa el movimiento espiritual de su tiempo. Aficionada a los libros de caballerías como el Amadís de Gaula, así como a los libros devocionarios y contemplativos escritos en romance o un castellano temprano, ya que no sabía latín, como nos recuerda en el Libro de la Vida. Un placer de la lectura que vio truncado cuando el Gran Inquisidor Fernando de Valdés los incluyó en el Índice de libros prohibidos en 1559, junto con otra literatura escrita en lengua vulgar.
El papel de las mujeres ha sido fundamental en todos los tiempos en la creación y desarrollo del lenguaje literario. Sin tener que remontarnos a la poeta Safo, ¿qué sería de la novela sin la temprana aportación de las inglesas Jane Austen, George Eliot o las hermanas Brönte?, ¿de la ‘literatura del yo’ hoy en boga sin las cartas de Madame de Stael?
Una aportación no siempre reconocida como merece en su tiempo, y a menudo rescatado su valor solo generaciones después, como en el caso de Virginia Wolf.
Las dificultades para publicar, la invisibilización o ninguneo de las obras producidas por mujeres, el menoscabo de su valor literario con estereotipos como literatura ‘sentimentaloide’, llevó a más de una de las grandes a escribir con pseudónimo masculino, como la inglesa George Eliot antes citada, la francesa George Sand o la española Fernán Caballero.
Teresa de Ávila, una de las figuras literarias de mayor alcance de nuestro Siglo de Oro.
En los últimos años, las mujeres han ido ganando presencia y prestigio en lo que se consideraba erróneamente un oficio de hombres. Vemos figuras que no ha hecho más que crecer con el tiempo, como Carmen Martín Gaite o Carmen Laforet, cuya novela Nada, ya en el Olimpo de los grandes clásicos, ha sido la más vendida en lo que va de año.
Hoy las mujeres han asaltado las mesas de novedades de las librerías, se unen para descubrir, afianzar y hacer oír su voz literaria más auténtica y original en los estrados. Propiciando un encuentro de escritoras y lectoras; un intercambio de experiencias entre la escritura y la vida de las mujeres reales sin precedentes y que no se da en otros ámbitos.
Cientos de actos por toda la geografía española, entre los que destaca la jornada de la Biblioteca Nacional, nos acercan hoy no sólo a nuestras madres literarias, si no también a las escritoras actuales, a las que hemos podido escuchar leyendo sus textos.
Gracias a esta labor incansable de tantas mujeres e instituciones, el Dia de la Escritora se ha convertido en uno de los grandes hitos literarios del año y motivo de celebración para todas las mujeres. Gracias escritoras, gracias lectoras. Que siga la fiesta.
(*) Pepa Roma. Vocal de Relaciones Internacionales de ACE. Promotora de «Mujeres Escritoras de ACE».