Por JULIA SÁEZ-ANGULO
El Embajador Jesús Riosalido Gambotti presentó el pasado 4 de abril dos libros en el Centro Sefarad – Israel, junto al director del Centro Sefarad – Israel, el diplomático Miguel de Lucas, y el escritor Jacobo Israel Garzón, que hablaron del autor. Ambos libros han sido publicados por la Fundación Al-Aissiya.
El primero de los libros, Año nuevo en el mundo, se ha traducido al español del cuento del mismo título de Albert Rebhun. Esta obra, dirigida a los más pequeños y a mayores, presenta las distintas formas en que la Navidad se celebra en algunas culturas y también nos habla de otras fiestas que acontecen en el marco del Judaísmo. Uno de los atractivos de esta obra es que todas estas tradiciones se presentan desde una óptica infantil, ya que los narradores son niños de diferentes culturas.
La segunda obra, Gramática Hebrea de Blanco y Luzaró, en la que el segundo, Arturo P. Luzaró Brun recoge el trabajo de su maestro Antonio García Blanco, catedrático de hebreo de la Universidad de Madrid. Luzaró propone varias ideas para traducir bien el hebreo.
El Embajador y doctor Ríosalido Gambotti (Madrid, 1937), autor de la tesis titulada La risala de Ibn Abi Zayd al-Qayrawani, ha sido cónsul en Jerusalén, embajador en Siria, Chipre, Albania, Kuwait y Bahrein. A ello une una vocación de hombre renacentista que le ha llevado a traducir numerosos títulos del árabe y a ser autor de cuarenta y cinco libros, numerosos artículos y conferencias.
El autor recordó algunas anécdotas de su paso diplomático por Israel con personajes como Isaac Ben Rubí, Abba Eban, Golda Mayer, Moshe Dayan… A pregunta de una de las asistentes, Riosalido dijo que ya tenía escritas sus memorias, aunque no publicadas. El embajador, al final de su intervención, pidió la neutralidad de arabistas y hebraístas en la ciencia y la literatura frente a la política.
Miguel de Lucas, que elogió la trayectoria del embajador Riosalido, dijo que «la carrera diplomática es siempre fuente de ideas y que Jesús Riosalido le había sacado partido». También señaló a los asistentes que la Casa Sefarad-Israel era una institución pública española, que dependía del ministerio de Asuntos Exteriores y del Ayuntamiento de Madrid.
En el coloquio se habló de la distinta fonética del hebreo, según la procedencia de los judíos, así como de Israel como icono para los nacionalistas que tratan de imponer una lengua en un territorio.