Presidido por los Reyes, acompañados por el Gobierno, ayer se celebró en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares el Premio Cervantes 2017, que en esta ocasión le fue otorgado al escritor nicaraguense Sergio Ramírez.
Nacido en 1942 en Masatepe, un poblado de la meseta cafetalera del Pacífico de Nicaragua, su madre, Luisa Mercado maestra de literatura castellana, de quien él mismo fue discípulo. Sergio Ramírez siempre supo que lo suyo eran las palabras. Y, precisamente en su discurso de ayer, antes de su elogiosa opinión de Rubén Dario y de Cervantes, mencionó la grave situación por la que están pasando sus compatriotas debido a las manifestaciones que se están sucediendo en contra del gobierno. Después de un discurso primoroso y lleno de referencias a sus amigos escritores, como Carlos Fuentes o García Marquéz y también a su época como político. Dedicó el premio a su familia, mujer, hijos y nietos presentes en el Claustro.
Ramírez, de 75 años, es el primer autor centroamericano que consigue el galardón. Es novelista, ensayista, memorialista, periodista y también político. Fue revolucionario sandinista y vicepresidente de su país entre 1985 y 1990 con Daniel Ortega.