© M. MARTÍNEZ-FOREGA
El pasado 12 de noviembre se tributó en el zaragozano Teatro de las Esquinas un más que merecido homenaje a Olifante. Ediciones de Poesía. Llegados de todo el país, poetas, músicos, fotógrafos, actores, periodistas, escritores, profesores, bailarines, pintores, amigos, simpatizantes… arroparon un acto que celebraba y reconocía la épica tarea de cuatro décadas sosteniendo con absoluta generosidad un empeño editorial exclusivamente poético y, además de con el apoyo de la Asociación Colegial de Escritores, del Teatro de la Esquinas y de la Imprenta Cometa, contó con la participación, entre otros, de Paco Ibáñez, Manuel Rico (presidente de la ACE), Amaral, Gabriel Sopeña, Ángel Petisme, Miguel Ángel Berna, Ingrid Magrinyà, Ángel Guinda, Carmen París, Luis Alberto de Cuenca o Alberto di Paola.
Al frente de este proyecto aragonés que en seguida trascendió ampliamente sus fronteras territoriales en el ámbito de la edición de poesía se encuentra su fundadora Trinidad Ruiz Marcellán, a quien se unió en 1991 Marcelo Reyes. Ambos continuaron esa labor de edición inaugurada en 1979 con la publicación de unas inéditas Cartas a Eugénio de Andrade de Luis Cernuda, con prólogo y al cuidado de Ángel Crespo y que luego ha venido dando a la imprenta lo más granado de la poesía aragonesa, española y extranjera, con especial atención a la poesía portuguesa, una deuda sin duda secular que la edición de poesía española tenía con nuestra vecina nación peninsular y que Olifante saldó con cariño e inteligencia.
Las ediciones de Olifante —cítese cualquiera de sus colecciones: «Olifante», «Papeles de Trasmoz», «Maior», «Haya», «Moncayo» o la más reciente «Olifante Ibérico»— se distinguen por su indeclinable finura formal, el exquisito cuidado que se pone en su maquetación, la selección tipográfica, la cromatía y la elección de los papeles, todo ello destinado a la consecución de la euritmia, del paradigma referencial de donde procede toda conclusión estética para imitarla y que ha despertado siempre la admiración de lectores, autores y editores rendidos a la belleza de las ediciones olifánticas diseñadas en tres etapas distintas por el fotógrafo Julio Álvarez, el pintor Vicente Pascual y por el escultor y artista integral Ricardo Calero.
Olifante, con Trinidad Ruiz Marcellán y Marcelo Reyes, es la entidad editorial responsable de la creación del Festival Internacional de Poesía «Moncayo», a cuya primera edición en 2002 siguieron otras catorce programaciones. Fundado en que ese encuentro anual de poesía debía recuperar la oralidad como su base original, las tierras del Moncayo (la sede de Olifante se encuentra en el pueblecito moncaíno y celtibérico de Litago, en Zaragoza) recibieron año tras año a poetas de todos los lugares, de todas las lenguas españolas, europeas, asiáticas, australes y de Oriente Medio. Música y danza, teatro, pintura, escultura… se daban cita también en estos encuentros poéticos que, a la postre, constituían una auténtica convivencia con las lenguas y con las personas que las hablan, que hacía posible ampliar el horizonte comprensivo de diferentes culturas, diferentes maneras de pensar y, sobre todo, diferentes maneras se sentir. Solidaridad lingüística y poética que concedía a los Festivales un perfil activo y atractivo concerniente a la visibilidad de que otra manera de comprenderse era posible, y lo era a través de la poesía.
Las ediciones de Olifante —cítese cualquiera de sus colecciones: «Olifante», «Papeles de Trasmoz», «Maior», «Haya», «Moncayo» o la más reciente «Olifante Ibérico»— se distinguen por su indeclinable finura formal, el exquisito cuidado que se pone en su maquetación, la selección tipográfica, la cromatía y la elección de los papeles, todo ello destinado a la consecución de la euritmia, del paradigma referencial de donde procede toda conclusión estética para imitarla y que ha despertado siempre la admiración de lectores, autores y editores
La Editorial Olifante es también la entidad responsable de la fundación y construcción de la Casa del Poeta, única en España. Situada en la localidad de Trasmoz (Zaragoza), a las faldas del pico Moncayo, en plena Cordillera Ibérica, está pensada para estancias de poetas en un entorno natural donde el silencio es el protagonista principal del tiempo.
La Editorial Olifante fundó asimismo la «Ruta Bécquer» como homenaje a la presencia de Gustavo Adolfo y Valeriano Bécquer en las tierras de la comarca moncaína entre 1863 y 1864. Esta ruta literaria parte de la Cruz negra de Bécquer junto al monasterio cisterciense de Veruela y continúa, durante 7,5 kms., hasta Litago, pasando por Trasmoz, junto al cementerio de esta localidad, a cuya puerta Gustavo Adolfo Bécquer gestó la redacción de la célebre «Carta III» de sus Cartas desde mi celda.
La Editorial Olifante ha emulado a Anfitrión educando a cuantos Heracles a lo largo de estos cuarenta años llegaron hasta su casa a exponer sus palabras de aliento poético, a cuantos no se escondían tras la capa de la invisibilidad cuando encontraron a su Deyanira. El propio Heracles transitó esos parajes buscando al Caco que habitaba en la montaña. Y ese mundo de la fantasmagoría mitológica cumplió con su testigo tradicional proporcionándonos la genialidad de una réplica singular que puebla desde 1979 —y ya para siempre— la poesía e impregna cada lugar, cada rincón, cada jardín y otero, cada casa y hogar, cada huerto y barbecho, cada majada y talud, cada arroyo, cada cárcava con la letra y su encarnación y con absoluta modestia, pero con munificencia, sensibilidad y amor ha levantado uno de los edificios más altos de la edición de poesía en España. Seiscientos títulos y una nómina de cuatrocientos autores lo avalan.